dilluns, 5 d’abril del 2010
Esta Semana Santa me he ido a Andorra, al Tarter, con mi amiga Claudia, con su madre y su padre, su hermano Juan, su hermano Paco y su primo Pancho. Yo he ido con mi madre, mi padre, mi hermano Álvaro y mi primo Nacho. Fuimos en coche y tardamos unas dos horas (el camino se hizo largo), pero al final llegamos al Tarter donde había un hotel fantástico de cuatro estrellas, el hotel se llamaba Nordic. Era muy chulo, habían dos señores cantando, un montón de sofás y sillones muy cómodos y también exponían motos antiguas y coches antiguos. Mi amiga estaba en la planta uno y yo en la tercera planta. Mis padres tenían su propia habitación y nosotros (Álvaro, Nacho y yo) teníamos la nuestra, cada habitación tenía un teléfono para llamar a cualquiera. El restaurante era buffet libre por la mañana, por la tarde y por la noche. Por la mañana mi primo, mi padre y yo nos despertábamos a las ocho y veinte de la mañana para irnos a las clases de esquí excepto mi madre y mi hermano que no esquiaban porque no les gusta. Mi primo hacía clases en grupo porque era principiante pero yo ya iba por negras y hacía paralelo aunque necesitaba más clases para hacerlo mejor. Una vez acabábamos las clases nos reuníamos todos en un bar para comer y luego esquiar juntos. Luego íbamos esquiando hacia el hotel, y cuando llegábamos nos quitábamos los esquís, los palos y las botas (que descanso), luego íbamos a nuestra habitación y nos poníamos un bañador para ir a la piscina, también había yacusi, sauna, masajes y un gimnasio. También había un sala de juegos con maquinitas, el juego ese de jóquey con la ficha, un billar y los bolos, desde luego también había un pequeño bar, lo más chulo era que íbamos solos. He aprendido mucho más a esquiar y mi primo creo que también, me lo he pasado fenomenal.
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada